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Evas al Sur: blog de la mujer cienfueguera

OLGA MARÍA COUTO ÁGUILA: Una muñeca en su palacio

OLGA MARÍA COUTO ÁGUILA: Una muñeca en su palacio

Como mariposita andaba esta muñeca, parándose de flor en flor, en busca de un lugar donde posarse. Más de 15 años de ir y venir constante por centros educacionales, aunque le gustan más los círculos infantiles, le valieron para que las puertas y ventanas de un vetusto palacio se abrieran para acogerla.
Y no podía ser mejor, pues el Palacio de Blanco es una de las más bellas residencias construidas fuera de la capital cubana, durante el siglo XIX, y cuya construcción data del año 1871.
Retasina es interpretada por la actriz Olga María Couto Águila, una joven graduada de la Escuela Nacional de Arte, en La Habana, en la especialidad de teatro, hace ya 23 años. Su labor profesional dejó huellas en la Isla de la Juventud, cuando recién titulada formó parte de la Brigada Raúl Gómez García.
"Nos había convocado el Comité Nacional de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC). Fuimos a brindar nuestro arte a los miles de jóvenes extranjeros que habitan las escuelas del municipio especial. Misión reconfortante, experiencia inolvidable; era un trabajo duro, intenso, agotador, pero lo hacíamos con inmenso amor. Muchos de aquellos alumnos eran huérfanos y nosotros les dimos un poco de alegría", cuenta Olguita.
"Recuerdo que fui delegada, entonces, al primer Consejo Nacional de la Asociación Hermanos Saíz, organización fundada en 1986, y que agrupa a jóvenes músicos, literatos, artistas de la plástica y escénicos, así como creadores del mundo audiovisual menores con resultados relevantes en su trabajo, y que promueve, dentro y fuera de Cuba, proyectos artísticos relacionados con el quehacer de sus miembros. Incluso, fui la presidenta de dicha asociación, durante los tres años que estuve de misión en la Isla".
¿Cómo nace Retasina?
"Este es uno de los proyectos más soñados y deseados. Allá por los años 90 -del siglo pasado-, pude hacerlo realidad. Me ha gustado siempre trabajar con los pequeños, quizá por ello, desde que regresé a Cienfuegos, hace ya 17 años, me incorporé al grupo de teatro para niños Cañabrava. Después nace Retasina, una inquieta muñeca a la que le gusta jugar, cantar y hacer juegos didácticos con los infantes para así divertirse y divertirme un poco.
"Vive en una ciudad imaginaria llamada Parlotea, donde los niños se entretienen mucho. Hasta los días de hoy Retasina ha sido para mí la muñeca preferida y en estos momentos le embarga la felicidad, pues ya encontró un hogar, un hermoso palacio como el de los cuentos de hadas y príncipes encantados enamorados de bellas princesitas.
"Convertido en la sede de la Asociación Cubana de Artesanos y Artistas (ACAA), en el Bulevar cienfueguero, recibió a la traviesa muñeca en su patio, para crear allí una peña que funciona el primer sábado de cada mes, la cual comparte con los niños y sus padres. Amor, felicidad, risas, canciones infantiles, juegos didácticos se combinan en perfecta armonía con las muestras artesanales, sobre todo las textiles, que visten los pequeños en los desfiles de modas que promocionamos.
"Pero aquí la muñeca ha encontrado a una mamá, una artesana llamada Lidia, que con sus diestras manos replica la imagen en retazos para conformar luego una Retasina de trapos, la cual lleva como trofeo el ganador del día, junto a otros obsequios aportados por los artistas.
"Recreamos en el colonial patio cuadrado, de gran riqueza constructiva, el gusto estético, los valores y el rescate de nuestra cultura tradicional, como parte de la identidad cubana.
"Tengo que agradecer mucho a la dirección de la ACAA, y a empresas como Gastronomía municipal, la del Libro y ARTex por todo lo que aportan para la peña. Con sus acciones me han honrado mucho a la vez que multiplican la presencia de niños, pues se encuentran con ofertas gastronómicas asequibles, ventas de libros y artículos, que en moneda nacional, vende ARTex.
"Retasina siempre termina muy emocionada, pues los niños quieren llevarse un beso de fresa o chocolate, generalmente ofrezco el de fresa, que es mi sabor preferido. Eso me hace muy feliz y realmente para mí ha sido el regalo más grande que he podido tener durante toda mi carrera artística, por el amor que recibo por parte del público, ya sean pequeños o adultos.
¿Por qué siempre trabajas para niños?
"Siento una fascinación por el trabajo con los niños. Creo que ellos merecen todo el apoyo y el amor de cada ser humano. En esas edades es donde se logran crear valores, fomentar identidades. Además, todos llevamos un niño dentro que espera poder salir y descubrir el mundo. Quizá, también, porque desde muy pequeña formé parte de agrupaciones infantiles y soñé con esto que hago. Haciendo una retrospectiva, puedo asegurarte que nunca he realizado trabajos para adultos. Experimento gran satisfacción en formar parte de ese pequeño mundo que alimentamos con fantasías y realidades, es más, cuando te paras frente a ellos sientes cómo el alma se enriquece, porque ¡quién duda que de ellos también se aprende!"
Olguita no es sólo la muñeca Retasina. ¿Qué otros personajes has representado a lo largo de tu vida artística?
"Es cierto. En la radio cienfueguera pude realizar dos personajes del programa infantil Amanecer feliz. Uno de ellos fue Comilla, aquel que decía: ’Buen día, bajitos, buen día para ti en tu amanecer feliz’, y hacía Socotrilla, la polilla que todo lo hablaba al revés. Estuve seis años en este programa que lo escribía Rosa Campos, la música también era de ella. Fue muy valiosa para mí esa labor.
"Dentro del grupo de teatro Cañabrava, dirigido por Enrique Poblet, a quien admiro y respeto como director y artista, además de poseer extraordinarias cualidades humanas, he trabajado en todas las obras. Puedo comentar que fui la madre de ’Los tres pichones’; una de las aldeanas de ’El secreto del rey’, una de las últimas puestas del grupo; uno de los flamencos de la obra ’Las medias de los flamencos’; uno de los ratones de ’Pájaro, murciélago y ratón’…, entre otros muchos".
Se va Retasina a su palacio; allí espera ansiosa la llegada de los niños para juntos compartir una mañana de alegría. Se va emocionada Olguita, la aldeana, la madre, el flamenco, el ratón…, vistiendo retazos y tiritas, diciendo hasta luego con una amplia sonrisa para regalar a los niños.

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