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Evas al Sur: blog de la mujer cienfueguera

HAYDÉE VILLAVICENCIO GARCÍA: Alegoría a la consagración

HAYDÉE VILLAVICENCIO GARCÍA: Alegoría a la consagración

  En un reparto de la ciudad de Cienfuegos, deshoja sus días, Haydée Villavicencio García, una mujer ajena a la inacción, cuya página de vida habla del esfuerzo y la consagración. Fundadora de la Federación de Mujeres Cubanas (FMC), pertenece al grupo de personas que despiertan el asombro entre quienes se asoman a sus más de cinco décadas de bregar al servicio de la Revolución.
Sobresale entre los cuadros colgados en las paredes de la sala de su hogar, una foto de Fidel Castro Ruz. "Al comenzar a dirigir la Federación en la provincia, Humberto Miguel Fernández me obsequió este cuadro del Comandante en Jefe para colocarlo en la puerta de la oficina. Él me dijo: ’cuando sientas que no puedes más, míralo y recobra fuerzas’. Significa mucho para mí. Por eso una vez cumplidas mis funciones, lo traje a la casa", comenta.
Frase a frase, el diálogo cobra cuerpo mientras se puebla de anécdotas y memorias. El haber crecido en el seno de una familia obrera, hija de un hombre muy revolucionario, militante del Partido Socialista Popular, marcó su formación ideológica, tanto como el ejemplo de ambos progenitores despertaron en ella el sentido de la laboriosidad, vigente en su personalidad hasta hoy.
"Yo estudiaba en la Normal para Maestros, con mucho sacrificio, pues mi madre era conserje, y mi padre, zapatero. Por las noches iba a la Escuela de Oficios. Mi mamá insistía mucho en la preparación por considerarla la única forma de abrirme paso en la vida. Vivía en una zona muy proletaria, cerca del Distrito Naval. Al triunfo de la Revolución, acababa de graduarme como maestra y no tardé en incorporarme al proceso", rememora Haydée.
Por aquellos años, la entonces joven educadora se trasladó para la montaña, donde tuvo la oportunidad de vivir la consolidación del naciente proyecto social de la Isla con la Limpia del Escambray. Incursionó en el pilotaje y luego en la Campaña de Alfabetización. Mientras laboraba en la Escuela de Formadores de Maestros en Topes de Collantes, estudiaba Pedagogía en la Universidad de La Habana, los fines de semana.
De regreso a la ciudad de Cienfuegos, pasó a la Enseñanza Secundaria hasta 1971, cuando resultó promovida al Buró Municipal del Partido. El año 1974 marcó el inicio de su desempeño como secretaria general de la FMC en la Perla del Sur, cargo que ocupó hasta 1989, si bien se mantiene todavía activa, pues encabeza la organización en su delegación.
Usted estuvo entre las fundadoras de la Federación. Hábleme de los momentos iniciales.
"Acompañé a mi mamá en el trabajo de agrupar a las mujeres. Al trasladarme a la montaña, ayudé en la captación de muchachas para el curso de Corte y Costura en la escuela Ana Betancourt. Lo primero entonces fue luchar porque las féminas se incorporan al trabajo y a los cursos de superación. Imagínate, en aquellos tiempos, sólo un 12 por ciento de la fuerza laboral de Cuba pertenecía a nuestro sexo y estaba vinculada en su mayoría al trabajo doméstico.
¿Cree que ha cambiado la esencia de la organización con el decursar del tiempo?
"La esencia iba cambiando con los avances del país. Del empeño por el ingreso al empleo y la superación cultural, transitamos a la lucha por la igualdad y la emancipación. Recuerdo que durante el Congreso celebrado en el ’80, combatíamos los conceptos machistas sobre el adulterio, tolerado para los hombres y condenado con fuerza en la mujer. Con las transformaciones sociales se ha modificado también la labor de la Federación.
"En el presente la agobian ciertas dificultades, como la poca participación de las jóvenes en sus tareas. Y esto se debe en gran medida a la falta de incentivos en el hogar, donde tienden a justificar la apatía y el estancamiento ideológico. Debemos lograr que la familia inculque a la nueva generación los principios por los cuales luchamos y cada cual aporte su cuota de esfuerzo a la consolidación de nuestro proyecto social".
El hecho de haber viajado por varios países de Europa, Asia, África y América Latina; y realizado investigaciones sociales para la Organización Internacional del Trabajo, revela a una cienfueguera plena de vivencias y conocimientos. Su avidez de ser útil, unido a la filosofía de "ganar dinero sólo trabajando", la llevó a incursionar, luego de jubilada, en la artesanía, la innovación científica y la labor comunitaria con niños, pacientes psiquiátricos y personas de la tercera edad. En la actualidad integra la Asociación Cubana de Artesanos Artistas (ACAA).
¿Qué la reconforta más?
"El intercambio con niños y ancianos, ver cómo gracias a mis enseñanzas, cosechan los frutos de la creatividad y la búsqueda de información".
Miembro del Comité y del Secretariado Nacional de la FMC durante décadas, el quehacer y la vida de Haydée estuvieron liados, en apretado lazo, con Vilma Espín. ¿Cómo la recuerda?
"Vilma era una mujer de una inteligencia y una capacidad de trabajo enormes, pues además de fungir como Presidenta de la organización, colaboraba con el Ministerio de la Industria Alimentaria (recordemos se había graduado de Ingeniería Química). Pero su aporte mayor residía en el ejemplo. Poseía una modestia extraordinaria y mostraba un vínculo real con el pueblo para conocer sus problemas y cómo ayudar mejor a la familia, de la cual ella fue una gran defensora. Se preocupaba mucho por la formación de los niños y otorgó un empuje extraordinario a las relaciones internacionales. Por eso la Federación logró avanzar tanto. En los momentos difíciles de mi vida, siempre pienso en Vilma".
Vuelvo los ojos a la pared y otra vez acapara mi atención el cuadro de Fidel. Entonces formulo la pregunta: ¿Qué sentimientos le suscita?
"Hay gente que pasa y gente que perdura. Fidel perdura en el tiempo por su proyección, su tenacidad y su visión futurista". No necesita decir cuánto cariño le despierta. La emoción se torna acuosa en sus ojos.
Se despide con la misma afabilidad con la cual antes recibió a los reporteros. Entre tanto, la periodista se pregunta cómo abordar en escasas líneas a quien ha hecho.

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