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Evas al Sur: blog de la mujer cienfueguera

Terrorismo

Hay unos ancianos ojos que no se cansan de llorar

Hay unos ancianos ojos que no se cansan de llorar

Mercedes CARO NODARSE 
   
  ¿Cuántos años tenía Eusebito? Con solo 25 se quedó sin sueños; dos fuertes sonidos, terribles, macabros se los apagaron. Hace 37 años esperamos porque la justicia triunfe. De nada ha servido el llanto de todo un pueblo por tamaña indignidad.
  Fue un 6 de octubre de 1976. Aida, progenitora de Eusebio Sánchez Domínguez, sobrecargo de la nave, y muchas otras madres cubanas se quedaron sin respuestas. Sus hijos queridos, sus hijos campeones no volvieron. Desaparecieron entre las aguas del mar, aquel nefasto día, junto a otros inocentes pasajeros y la tripulación de la aeronave CU- 455 de Cubana de Aviación.
  Eran 73 personas. El odio del imperio descargó toda su furia en ellos. La CIA dio la orden de hacer estallar en pleno vuelo un avión cubano y sus secuaces, Freddy Lugo, Hernán Ricardo, dirigidos por los connotados terroristas y asesinos Luis Posada Carriles y Orlando Bosch, la ejecutaron. 
  La aeronave sobrevolaba las aguas de la isla de Barbados, regresaba a Cuba y se llevó con ella al mar las ilusiones de nuestros Campeones Panamericanos de Esgrima y la de otros jóvenes guyaneses, quienes viajaban a Cuba para estudiar Medicina. El luto ensombreció hogares; la indignación y el dolor desbordaron los límites. Fue un hecho sangriento, premeditado con toda la crueldad y la ojeriza, hasta entonces difíciles de concebir en quienes se consideren seres humanos.
  Por eso hoy, a 37 años del crimen de Barbados, el homenaje se multiplica. La injusticia continúa, no solo porque los criminales son aupados por un gobierno que se autoproclama gran cuna de la democracia, paladín de la libertad y defensor de los derechos humanos; sino porque castiga a quienes en verdad se enfrentan a la ignominia y al terrorismo
  Y para denunciar una vez más los actos violentos cometidos por tan viles hombres, el parque José Martí —escenario de los sucesos del Levantamiento Popular el 5 de septiembre de 1957— recibió a los artistas marciales (integrantes de kárate do, SAI-Do, judo, jyoshinmon y shotokan), a jóvenes esgrimistas, niños boxeadores y representantes de la Asociación Canina.
  En los Jardines de la UNEAC (Unión de Escritores y Artistas de Cuba), como parte del proyecto cultural La Trova de Guardia, Los Novo, Sadiel Madrazo, Lázaro García, Mandy Álvarez, Geysel Bosh y Nelson Valdés, se sumaban al homenaje por las víctimas de Barbados.
  Todos exigieron la libertad de los Cinco prisioneros del Imperio —Gerardo, Antonio, Ramón, Fernando y René (ya libre pero preso mientras sus hermanos sean víctimas de la perversidad)—; allí renació la impostergable necesidad de defender la paz del mundo y el infinito deseo de que la injusticia tiemble porque unos ancianos ojos no se cansan de llorar esta Perla del Sur.

La liberación de René González e Ileana Ros-Lehtinen: La Terrorista

La liberación de René González e Ileana Ros-Lehtinen: La Terrorista

  Luego de 13 años de injusta prisión salió en la madrugada de este viernes de la cárcel federal de Marianna, en la Florida, René  González Schwerert, uno de los conocidos Cinco Cubanos que se infiltraron en pandillas terroristas de Miami para evitar sus fechorías, hecho por el que fueron condenados allí a diferentes duras penas de privación de libertad.
  Desde entonces, sin pruebas y a continuación de juicios repletos de irregularidades que incluyeron la ausencia de pruebas concretas, la maquinaria propagandística de Washington y Miami les endilgó el titulo de “espías”, más otras truculentas actuaciones.
  Meses atrás se reveló que periódicos como El Nuevo Herald y Diario Las Américas recibieron fabulosas cifras de dinero por calumniar a los Cinco antes y durante los juicios que les impusieron en Miami, con el objetivo de influir en el desenlace de tal proceso.
  Asimismo hicieron llegar gruesas cantidades a una parte de sus reporteros y comentaristas. Uno solo de ellos, Ariel Remos, fue premiado con 252 325 dólares. Tal acusación no pudo ser negada por los afectados.
  Ahora, cuando se produjo la salida a la calle de González Schwerert, otra vez la congresista norteamericana Ileana Ros-Lehtinen dio la nota  más notoria al justificar implícitamente la necesidad de matarlo.
El diario The Miami Herald dijo el lunes pasado que la señora Lehtinen acusó a René de ser un “enemigo de América” (Estados Unidos), con “sangre americana en sus manos”)
  El Comité Nacional Por la Liberación de los Cinco en ese país afirmó en una declaración que, si el gobierno de Washington hubiese considerado realmente que estos hombres fuesen una verdadera amenaza para la seguridad de Estados Unidos “hubieran embarcado a René de regreso a Cuba en el primer avión que saliera”.
  Y en otra parte la declaración señala: René y sus hermanos Gerardo Hernández, Fernando González, Antonio Guerrero y Ramón Labañino, “pueden estar orgullosos de que ellos vinieron a Estados Unidos desarmados y arriesgando sus vidas”, para combatir ese flagelo.
  Es a uno de ellos, René, a quien hace horas la presidenta del Comité de Relaciones Exteriores de la Cámara de Representantes de Estados Unidos llamó casi abiertamente a ultimarlo.
  No extraña, porque los antecedentes de Ileana la identifican plenamente con el mundo del hampa. Su padre, Enrique Ros Pérez, fue un íntimo amigo del connotado terrorista Orlando Bosch Avila, tanto, que luego de la invasión mercenaria por Playa Girón, en abril de 1961, escribió un libro donde interpretó ese hecho a su manera y confió la redacción del prólogo a Bosch.
  El 12 de octubre de 2010, Ileana y su padre fueron aún más lejos cuando le organizaron un ruidoso homenaje a Bosch Avila en Miami, al que asistieron los más encopetados cabecillas del mundo de la delincuencia política allí radicada.
Aunque el símbolo más alto de ese comportamiento radica en la asombrosa inclusión que hizo de la liberación del terrorista Orlando Bosch Avila en su programa electoral de 1988, sin embargo hay otros ejemplos que lo demuestran.
  Por ejemplo, durante la administración de George Bush (padre) ella gestionó la entrega de tres aviones tipo O-2, versión militar del Cessna, propiedad de la Fuerza Aérea de Estados Unidos, para el titulado grupo Hermanos al Rescate, que tenía como jefe a José Basulto y se dedicaba a ejecutar provocaciones contra Cuba.
  El 8 de julio de 1996, Ileana envió una carta a Rodolfo Frómeta, jefe de la banda terrorista Comandos F-4, y lo exhortó a mantener sus acciones contra Cuba. Dos años después, el 29 de febrero de 2008, Frómeta afirmó en el  programa radial La Noche y Usted, de Miami: “Esa gente no va a entregar el poder, a esa gente hay que matarla”.
Durante aquel período, en el programa Today, de la NBC, Ros-Lehtinen amplió su llamado a las agresiones contra La Habana.
  Cuando el entrevistador, Bryant Gumbel, dijo que la mayoría de los estadounidenses no ve a Cuba como una amenaza, ella le respondió: “¿Cuàl fue la amenaza antes de la invasión a Panamá? ¿Acaso pensamos que el ejército de Manuel Noriega nos iba a invadir? ¿Y que fue la amenaza en la guerra del Golfo Pérsico? ¿Iban a enviar a sus aviones a invadirnos? No hubo amenazas –y sin embargo- tomamos medidas enérgicas”, concluyó Ileana.
  En marzo de 2006 durante una entrevista realizada en su oficina del Congreso ella declaró: “Apruebo la posibilidad de ver a alguien asesinar a Fidel Castro”. Tal expresión figuró en el documental británico 638 Ways to kill Castro (638 Formas de matar a Castro). Después la Legisladora, entonces vicepresidente del Comité de Relaciones Exteriores de la Cámara de Representantes, añadió: “Hace años que digo esto y no tengo ninguna vergüenza de mis palabras”.
  Más tarde, el 6 de abril de 2008, se le vio en una reunión pública citada en Miami por conocidas facciones ultraderechistas adictas a la violencia, donde sobresalió la presencia del terrorista Luis Posada Carriles, aclamado por la congresista y por el resto de los asistentes.
  Al igual que Ileana se convirtió en la más fuerte defensora del terrorista continental Orlando Bosch Âvila, también se colocò junto a otro del mismo linaje, Valentin Hernández, condenado por asesinar a un delincuente de igual categoría, Luciano Nieves, así como reclama la liberación de Eduardo Arocena, jefe de la banda OMEGA 7, autor de numerosos atentados.
  A fines del año 2010 hubo una animada concentración de enemigos de Cuba en “La Peña de El Versalles”, frente al restaurante del mismo nombre en la Calle 8 de Miami. El asunto más importante en el orden del día era la creación del Fondo Legal Luis Posada Carriles, que tendría a su cargo recaudar nuevos fondos para defenderlo en el juicio de El Paso, Texas, donde autoridades norteamericanas lo acusaban de todo, menos de terrorista.
  Como Presidenta de Honor de esa curiosa cruzada fue elegida la entonces recién nombrada Jefa del Comité de Relaciones Exteriores de la Cámara de Representantes, Ileana Ros-Lehtinen.
  La misma que ahora con mal disimulada intención trató de justificar los móviles de una acción violenta contra el antiterrorista cubano René González, quien permaneció trece años en prisión debido a su recia lucha contra ese flagelo.

Sobre la cuerda del dolor

Sobre la cuerda del dolor

 Hay unos ojos tiernos que la siguen por toda la casa. Pocas veces la descubren riendo, y muchas otras tratan de cerrar los párpados para no verla llorar: en el cuarto, en la sala, por detrás del colchón…
  Incluso la han escuchado hablando con los recuerdos. Aún con la misma tristeza tatuada en el iris, han visto cómo el dolor le saja por dentro cada espacio y cómo el tiempo no calma el desespero de la ausencia. Hay unos ojos tiernos, siempre en vela y con flores a la diestra, que cuelgan de la pared inicial  en el hogar de Aida Domínguez Sarría.
  El retrato de su hijo me hizo detenerme en seco: me fue difícil hablar, mucho más, preguntar. Allí estaba Eusebio Sánchez, allí ha estado desde hace 35 años, desde que Posada Carriles, Orlando Bosch, Freddy Lugo y Hernán Ricardo tramaron el crimen de Barbados y colocaran dos bombas en el avión donde venía.
  Lo recuerda Aida con un nudo inmenso en la garganta. Cuenta que desde pequeño fue un niño muy activo, porque le gustaba bailar, practicar deportes y se vinculó muy temprano a actividades de las organizaciones estudiantiles donde militaba. Un curso de controlador de vuelo lo habilitó como trabajador del aeropuerto en Cienfuegos. Tiempo después, se trasladó a La Habana y obtuvo un puesto de sobrecargo internacional en Cubana de Aviación.
  "Siempre que él volaba -rememora Aida- me decía: ’Mami, nosotros sabemos que detrás de nosotros anda personal de la CIA’. Y mira, finalmente fueron ellos los que pusieron la bomba". El 6 de octubre de 1976, en pleno vuelo y cuando acababan de despegar del aeropuerto de Barbados, 73 pasajeros, entre ellos Eusebio, perdieron la vida.
  "Yo estaba haciendo un trabajo de la Federación en el reparto de La Juanita. Entonces escuché algunos comentarios sobre un avión que se había estrellado, pero nunca pensé que él viniera en ese vuelo, que fuera mi hijo. Al llegar a la casa me llamó la esposa de Eusebio y me dijo: ’Aida, hay noticias de que pusieron una bomba en un vuelo de Cubana. No sé si ahí venía Eusebito; después yo te llamo’. A los diez minutos volvió a sonar el teléfono y lo cogió mi esposo. Yo levanté una extensión y escuché cuando dijeron: ’En ese vuelo venía Eusebio. ¡Mira a ver cómo se lo dices a Aida para que no se afecte demasiado!’".
  Es difícil hablar con el dolor martillando la piel. Es duro cuando se acerca la fecha, la hora de la masacre: "Imagínate, aquello fue mortal para mí. Enseguida la casa se me llenó de personas; todo fue muy duro. Luego partimos hacia La Habana, para el homenaje que realizarían allá. Ese hecho me causó muchas heridas. No podía dejar de pensar en mi hijo, en que murió quemado y sin poder defenderse.
  "Cuando llegamos a Cienfuegos nos dieron muchas muestras de solidaridad. En el bulevar hicieron una larga fila para firmar el libro de condolencias a favor de Eusebio.
  Muestras solidarias del pueblo de Cienfuegos luego del acto terrorista. / Foto: Cortesía de la familia"Desde que él murió, cada noche al acostarme lo hago pensando en ese momento, en cómo sucedió todo, en las demás madres que también perdieron a sus hijos, y en Posada Carriles que aún se pasea libre por las calles".
  El 7 de octubre de 1976 Eusebio Sánchez Domínguez cumpliría 25 años, pero la muerte lo sorprendió justo el día anterior. Quedó una esposa, una hija, padres y hermanos con un vacío enorme en el medio del pecho, con un dolor que no sanará ni después de la calma.
  Aida no olvida las últimas palabras. "Antes de volar aquella vez, Eusebito me dijo: ’Mami, ahora cuando yo regrese de este viaje voy a ir a Cienfuegos a verte’".

Reclaman libertad y regreso a Cuba del antiterrorista René González

Reclaman libertad y regreso a Cuba del antiterrorista René González

  La Habana, 5 oct (PL).- Familiares y amigos del mundo esperan la salida de la cárcel pasado mañana de René González Sehwerer, uno de los cinco antiterroristas cubanos presos injustamente en Estados Unidos, y exigen su regreso a la nación caribeña. El padre y el hermano del luchador ya están en territorio norteamericano mientras las dos hijas partirán próximamente hacia allá, confirmó la víspera su madre, Irma Sehwerert, quien espera la visa para viajar al encuentro con el primogénito.
  René saldrá de prisión, pero está obligado a permanecer en Estados Unidos para cumplir tres años de libertad supervisada como estableció su sentencia hace casi 10 años.
  La jueza Joan Lenard, del Distrito Sur de Florida, rechazó el pasado 16 de septiembre la moción presentada por el antiterrorista, en la cual solicita viajar a Cuba y residir aquí en lugar de cumplir una condena considerada por juristas como un castigo adicional.
  A juicio del abogado Richard Klugh, negarle a René el derecho de reunirse con su familia después de cumplir el encierro es una "decisión sin precedentes" en la historia estadounidense.
  Para Gloria La Riva, coordinadora del estadounidense Comité Nacional para la Libertad de los Cinco, como son conocidos René, Gerardo Hernández, Antonio Guerrero, Fernando González y Ramón Labañino, desde el próximo 7 de octubre la gente conocerá más del caso.
  La activista manifestó que la excarcelación del antiterrorista cubano multiplicará en Estados Unidos las acciones a favor de esos luchadores, quienes fueron detenidos el 12 de septiembre de 1998 cuando monitoreaban las acciones de grupos anticubanos asentados en Florida.
  En un juicio en la ciudad de Miami hace casi una década, y pese a la declarada inocencia y el testimonio a su favor de altos funcionarios y oficiales norteamericanos, los cubanos fueron condenados a penas que llegan hasta doble cadena perpetua más 15 años de cárcel.
  Diversas voces en el mundo han alertado del peligro que representa para René permanecer en suelo estadounidense por la presencia allí de terroristas como Luis Posada Carrilles, responsable de la voladura de un avión cubano en 1976 en la cual murieron 73 personas.

35 años de una injusticia

35 años de una injusticia

El crimen de Barbados en la memoria

  El 6 de octubre de 1976 una aeronave de Cubana de Aviación con 73 personas a bordo cayó al mar frente a las costas de Barbados, víctima de un atentado organizado por los terroristas Luis Posada Carriles y Orlando Bosch.
  “…Tenemos una explosión a bordo, estamos descendiendo inmediatamente…Tenemos fuego a bordo.” Ese fue el escalofriante llamado de auxilio del comandante del vuelo CU-455, Wilfredo Pérez, a la torre de control del aeropuerto internacional barbadense, a las 13.24 hora local.
  El piloto hacía lo imposible para mantener en el aire al DC-8 a pesar del boquete abierto en su fuselaje por la detonación. Su propósito era retornar cuanto antes al lugar de donde había partido, hacía unos 10 minutos, con otros 56 cubanos, 11 guyaneses y cinco coreanos con destino a Kingston, Jamaica, en ruta hacia La Habana.
  Las autoridades aeroportuarias autorizaron el aterrizaje y pusieron en marcha los mecanismos de emergencia para situaciones de esa naturaleza. La distancia entre la nave y la pista se acortaba cuando a las 13.25 se produjo otro estallido y el llamado desesperado del copiloto a su jefe a quien advertía “…eso es peor, pégate al agua Felo, pégate al agua…”.
  A partir de ese momento todo esfuerzo fue inútil y el CUT-1201, fuera de control, empinó bruscamente su nariz como si se negara a aceptar lo inevitable antes de penetrar en las profundidades del mar.
  Al menos así me lo contó al día siguiente un salvavidas en la playa Paraíso, próxima al lugar del siniestro, a quien le llamó la atención el avión por el rápido descenso y la estela de humo que emanaba de su fuselaje.
  El atentado terrorista conmocionó a los barbadenses quienes, con su proverbial hospitalidad, nos manifestaban constantemente su solidaridad y nos colmaban de atenciones para facilitar nuestro trabajo en momentos de tanta amargura.
  La pequeña isla caribeña, conocida mundialmente por sus atractivos como destino turístico, se convirtió súbitamente en el escenario de uno de los crímenes más atroces en la historia de la aeronaútica civil contra un avión comercial en pleno vuelo.
  Mientras esto sucedía en Barbados, las autoridades policiales de la vecina Trinidad Tobago interrogaban a los venezolanos Freddy Lugo y Hernán Ricardo, quienes confesaron ser los autores materiales del hecho cumpliendo órdenes de los terroristas de origen cubano Posada y Bosch.
  Ricardo trabajaba en una agencia privada de seguridad propiedad de Posada en Caracas y Lugo se dedicaba a la fotografía.
  Con los vuelos 454 y 455, respectivamente, Cubana de Aviación cubría la ruta de ida y regreso La Habana-Kingston-Bridgetown-Puerto España-Georgetown, con una frecuencia semanal primero y quincenal después.
  Aquel miércoles 6 de octubre de 1976 el vuelo partió de Georgetown y a las 11.03 arribó a Puerto España donde los victimarios aguardaban su presa con sendas cargas del explosivo C-4 camufladas en un tubo de pasta dental y en una cámara fotográfica.
  Alrededor de una hora después, el CU-455 despegó con rumbo a Barbados. Hernán Ricardo viajaba con un pasaporte falso a nombre de José Vázquez García y Freddy Lugo lo hacía con el suyo. Ambos se ubicaron en la sección central de la cabina de pasajeros donde colocaron una de las cargas y la otra en el baño trasero.
  Al llegar a Bridgetown se hospedaron en un hotel desde donde llamaron a Caracas para informar a Posada y a Bosch los resultados de la operación. Poco antes de la medianoche abordaron un vuelo de la aerolínea BWIA para regresar a Puerto España donde fueron arrestados.
  Una semana después, las autoridades venezolanas detuvieron a Posada y Bosch en Caracas, donde los cuatro fueron sometidos a un prolongado y tortuoso proceso judicial en el cual Ricardo y Lugo recibieron sentencias de 20 años de prisión, el 8 de agosto de 1985.
  Bosch fue absuelto y puesto en libertad en 1987 a pesar de las evidencias en su contra y con la complicidad de la mafia cubanoamericana y figuras de la ultraderecha política estadounidense se radicó en Miami.
  En 1990 el entonces presidente George Bush padre, eximió a Bosch de todos los cargos relacionados con el sistema judicial de Estados Unidos y de hecho autorizó su permanencia en ese país, a pesar de su abultado expediente de acciones terroristas dentro y fuera del territorio norteamericano.
  Posada escapó de una prisión venezolana el 18 de agosto de 1985 con el apoyo de la Fundación Nacional Cubano-Americana (FNCA) antes del veredicto judicial y reapareció poco después en El Salvador al servicio del gobierno de Estados Unidos en el tráfico de drogas para el suministro de armas a la contra nicaragüense.
  A partir de ahí continuó su larga historia de acciones terroristas, incluyendo la contratación de mercenarios para la colocación de bombas en instalaciones turísticas cubanas, una de las cuales causó la muerte al turista italiano Fabio Di Celmo.
  El 17 de noviembre de 2000 fue detenido en Panamá, junto a otros tres terroristas de origen cubano, cuando se disponía a realizar un atentado con explosivos contra el líder de la Revolución cubana, Fidel Castro, durante su participación en la Cumbre Iberoamericana efectuada en ese país. .
  Bosh falleció en Miami el 27 de abril del presente año y Posada reside en esa ciudad floridana donde disfruta de total impunidad al amparo de las autoridades estadounidenses, a pesar del pedido de extradición del actual gobierno venezolano. (Por Frank González García*, el autor fue Presidente de la Agencia Prensa Latina)

Derechos Humanos: Condenada por ser cubana

Derechos Humanos: Condenada por ser cubana

  Unos 20 mil cubanos pudieran morir en cualquier momento. Quizá, al ser sometidos a una complicada y riesgosa operación.
  La  transnacional estadounidense Cook Vascular Inc. se niega a vender dispositivos para extraer los electrodos o cables dañados, colocados en la cavidad cardíaca e imprescindibles en el funcionamiento de los marcapasos.
  ¿Por qué? Lo prohíbe el gobierno de los Estados Unidos y sus leyes absurdas de bloqueo económico, político y financiero en contra de esta Isla, acción que constituye la mayor violación de los derechos humanos, pues impide el más elemental de todos: el derecho a la vida.Pero de eso nada hablan los mercenaritos pagados por la SINA, se la pasan inventando historias para recibir su salario.
  Esos aditamentos permiten la sustitución de los electrodos, sin necesidad de realizar una cirugía “a corazón abierto”, con alto riesgo, explicaron los especialistas. Como era de esperarse, los 20 mil pacientes implantados en la última década, por presentar frecuencias cardíacas bajas por bloqueos y arritmias potencialmente malignas, insuficiencias del corazón y otras causas, se alarmaron -no porque se sintieran desamparados, porque la Revolución Cubana jamás abandonaría a uno solo de sus hijos- si no porque una intervención sencilla sería ahora más complicada y costosa.
  “No nos permiten venderle a Cuba”, dijeron tajante y sonante. Quienes pretenden levantarse como defensores de los derechos humanos, nos condenan por ser cubanos. A principios del 2007, la firma de capital estadounidense Saint-Jude, encargada de la producción y mercantilización de aparatos para el vital músculo y diversos renglones indispensables en las cirugías cardiovasculares -erigida entonces como la principal proveedora del estimulador cardíaco-, comunicó la imposibilidad de continuar suministrándolos, porque el omnipresente Departamento del Tesoro les retiró la licencia de comerciar con la Isla.
  Valtra, sucursal de una compañía de EE.UU. radicada en Alemania, nos privó, de golpe y porrazo, de las baterías empleadas en monitores cardiovasculares, marcapasos y audífonos ineludibles en pacientes con pérdida de su capacidad auditiva.
 ¿Tiene alguien el derecho de limitarnos la vida? Tal como hicieron los nazis durante la II Guerra Mundial, al pretender  eliminar a los judíos -recuerden el campo de concentración de Auschwitz, donde más de un millón de personas murió víctima de las acciones inhumanas allí realizadas-; hoy, el gobierno norteamericano da una muestra más de su insania, el desesperado ánimo de acabar con los pobladores de la Mayor de las Antillas, sólo por querer vivir y morir en ella.
  Con solo un ejemplo podemos demostrar por qué millones de compatriotas defendemos esta sociedad, con sus imperfecciones y todo. Un marcapasos oscila entre 2 mil 500 a 10 mil dólares, en dependencia de los diferentes modos de estimulación; la cirugía, en mil, así como cada uno de los electrodos (uno o dos); es decir, cerca de 15 mil USD, si agregamos los gastos de hospitalización, medicamentos… ¡Ninguno de los implantados tuvo que pagar un centavo!
  Mientras buscaba información en la Internet acerca del costo de esta operación, hallé muchísimos anuncios de personas clamando por el aditamento, a gritos demandan precios bajos, pues se les muere un familiar, incluso, sus hijos. Comparen, no más, y saquen sus conclusiones.
  Estados Unidos, con su obsesión de mantener el bloqueo, causa grandes estragos a la salud y economía del país. El 30 de junio del 2009, la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) multó a la filial Phillips por la compra de equipos médicos realizada por nuestra nación.
  La empresa Merck and Company no puede ofrecer el medicamento Elspar, utilizado en niños que padecen leucemia linfoblástica; ¡se lo han prohibido! ¡Señores, son niños enfermos de cáncer! A las firmas Numed, Aga y Boston Scientific se les impidió comerciar catéteres, coils, guías y stents destinados al tratamiento de pequeñines con cardiopatía congénita, dispositivos imperiosos en el tratamiento a afecciones, tumores o aneurismas en el sistema circulatorio o neurológico a nivel pediátrico.
  Otra entidad, la Radiometer, de Dinamarca, y donde el país adquiría gasómetros, reactivos y materiales gastables, empleados en los laboratorios de las Unidades de Cuidados Intensivos, con el propósito de realizar la medición de gases en sangre a pacientes en estado de gravedad, tampoco pudo continuar sus despachos pues fue comprada por capital estadounidense hace dos años. Valdría la pena preguntarse: ¿Resultan  ¡¡¡HUMANAS!!! tales medidas?
  No vivo en una sociedad perfecta; como las demás, poseemos dificultades en el desarrollo social y económico, existen manifestaciones de corrupción, delitos, indisciplinas sociales, traiciones, crisis de valores…; pero, es mi sociedad, la cual deseo y defiendo, la que me garantiza la vida.
 Porque esta periodista, que hoy denuncia tal vileza, es una de esos 20 mil pacientes implantados con un marcapasos, y a quien le han condenado por el solo hecho de ser CUBANA.  (Mercedes CARO NODARSE)

El colmo del cinismo: Terrorista presenta libro de memorias en Miami

El colmo del cinismo: Terrorista presenta libro de memorias en Miami

 Los años que he vivido, el libro del terrorista Orlando Bosch se presentará el próximo jueves, 9 de diciembre, a las 7:30 pm, Koubek Center, de Miami, con celebración y brindis incluido.
  La nota promocional asegura que “a las 8 de la noche comenzará la ‘actividad’ (el brindis). A las 9 el autor firmará ejemplares. El público en general está invitado. Estacionamiento gratis”.
  Orlando Bosch, convicto por terrorismo y uno de los autores de la voladura de un avión civil cubano frente a las costas de Barbados que costó la vida a 73 personas, goza de la protección de las autoridades norteamericanas y del homenaje de ciertos sectores de la comunidad de Miami, que lo glorifican como un héroe.
  El 12 de octubre del 2010, el Instituto de Estudios Cubanos y Cubano-Americanos (ICCAS) de la Universidad de Miami, le rindió honores a Bosch y lo presentó como un “modelo para la comunidad”, lo cual generó una reacción airada de académicos y graduados de ese centro docente.
  La carta enviada por los académicos a la Presidenta de la Universidad de Miami, Donna Shalala, recuerda que:
  Orlando Bosch ha sido arrestado, enjuiciado y sentenciado por innumerables actos terroristas en Venezuela, Estados Unidos y otros países. En 1968, fue condenado a 10 años de privación de libertad por el atentado a un buque polaco que se encontraba anclado en uno de los muelles de Miami.
  Posteriormente, cumplió diez años de cárcel en Venezuela por el derribo de un avión cubano el 6 de octubre de 1976, sabotaje en el que perdieron la vida las 73 personas a bordo. El Fiscal General de Estados Unidos Dick Thornburgh lo calificó como “terrorista sin arrepentimiento” ["unrepentant terrorist"], y el Fiscal General Asociado Joe D. Whitley se refirió a él como una “amenaza a la Seguridad Nacional” ["a threat to National Security"] (Exclusion Proceeding for Orlando Busch Ávila; ver documentación adjunta). Ambos Fiscales se desempeñaron en sus funciones durante la administración de George H. W. Bush.
  Documentos de la CIA y del FBI recientemente desclasificados reportan que en 1979 Bosch comentó sobre la voladura del avión de Cubana: “Hay momentos en que no se puede evitar hacer daño a gente inocente”. Un cable del FBI con fecha del 14 de octubre de 1976 refleja las palabras de Luis Posada Carriles - “compañero de lucha” de Bosch-, quien dijo que “Orlando sabía todos los detalles” del avión derribado.
  El avión de CUBANA fue derribado el 6 de octubre de 1976.

Ver más. Desenmascarando mitos

http://cambiosencuba.blogspot.com/2010/11/mercenarios-agraden-pobladores-de-banes.html

http://cambiosencuba.blogspot.com/2010/11/en-que-gasta-el-dinero-de-sus-premios.html

http://cambiosencuba.blogspot.com/2010/03/las-damas-de-blanco-y-el-terrorista.html

CRIMEN DE BARBADOS: El breve espacio en que no están

CRIMEN DE BARBADOS: El breve espacio en que no están

Los asesinos Luis Posada Carriles y Orlando Bosch Ávila andan sueltos

  La pequeña Camila mira hacia el horizonte en busca de lo perdido; recuerda el perenne dolor en el rostro del ser amado. Él, de rodillas en la arena la contempla. De súbito, sale a su encuentro: “Papi, ¿tú dijiste que el cuerpo de mi abuelo estaba en el mar?”; sorprendido le estrecha fuerte sobe el pecho. “No llores, papito, abuelo está aquí con nosotros, abrazándonos’. Y las diminutas manos le acarician hasta enjugar las lágrimas del recio hombre, quien lleva como patronímico el de un valeroso comandante, el Héroe de Yaguajay.
  Camilo Rojo Álvarez, quien encabeza el Comité de familiares de las víctimas de Barbados fue uno de los 25 niños que quedaron huérfanos aquel siniestro día de octubre. El horrendo Crimen de Barbados aún vibra en el corazón de los cubanos.
  Aquel 6 de octubre de 1976 un pueblo viril gimió por la injusticia. El CU-455 de Cubana de Aviación, estallaba en pleno vuelo, dejando atónitos a los bañistas que disfrutaban las apacibles playas de Barbados. Cuatro individuos de la peor calaña concibieron y ejecutaron el monstruoso acto sobre los 73 pasajeros civiles: Orlando Bosch, Luis Posada Carriles, Freddy Lugo y Hernán Ricardo, todos bajo el conocimiento y la protección de la CIA norteamericana y la Casa Blanca.
  “Tenía sólo cinco años, y estaba en la escuela jugando con unas figuras geométricas cuando mi hermana entró al aula con un periódico en la mano, entonces le dijo a mi maestra: ‘vengo a llevarme a Camilo, han matado a nuestro padre’. Ella estaba en sexto grado y tenía 10 años, mi otro hermano, Jesús, sólo seis”.
  El pequeño infante nada sabía de la muerte, ni del significado de las palabras crimen o atentado. “En el camino hacia la casa, acompañado por mi mamá, hermanos y los compañeros de papi, advertía la tristeza. Sin embargo, me aferré a la idea de que él estaba vivo. Por varios años lo esperé. Al cumplir  los 12, leí el libro acerca del macabro acontecimiento. No pude evitarlo más, el manto se descubrió ante mis ojos develándome la cruel verdad: mi papá estaba muerto, lo habían asesinado por órdenes de la CIA, a él y otras 72 personas, muchas de ellas jóvenes, pues venía todo el equipo juvenil de esgrima, orgullosos, con sus medallas de oro en el pecho”.
  Así rememora Camilo el impacto del crimen cometido contra los inocentes viajeros de la aeronave cubana, donde pereció Jesús Rojo Quintana, funcionario de Cubana de Aviación, quien viajaba a bordo de la nave.
  “Confieso que no lloré cuando me lo dijeron, pasaron unos días y mi madre nos llevó a la Plaza, donde estaban expuestos los cadáveres. Ese instante marcó mi vida: el llanto de las personas, las largas filas de hombres y mujeres en hermético silencio, la consternación en los rostros de muchos, la solidaridad de todo un pueblo.
  “Mi madre, Asela Álvarez Díaz, jugó un papel primordial en nuestra educación. Siempre he dicho que si alguien tiene méritos es ella, por el rol desempeñado. Era una mujer joven con tres hijos. Valoro mucho la manera como logró guiarnos, encaminar nuestras vidas, integrarnos a la sociedad.
  “Siempre estuve necesitado de la presencia de mi papá. Me privaron de su cariño y aún me duele su ausencia. Ahora lo comprendo bien, porque tengo hijos”, acota.
  Hoy al joven abogado sólo le quedan vagos recuerdos de la imagen de su progenitor, aunque trata de atesorarlos dentro de su mente. “El terrorismo nos afecta a todos, nos despoja de lo más hermoso. Yo lucho porque no se cometan más actos violentos, para que una madre no pierda a su hijo, ni un hijo a su padre, o una mujer a su esposo o un esposo a su mujer.
  “Por eso admiro a nuestros Cinco Héroes, presos en las cárceles norteamericanas; ellos han sacrificado sus vidas por proteger las nuestras. Si hombres como ellos, en el año 1976, hubieran estado cercanos a estos asesinos, mi padre estaría vivo”.
  Vuelve Camila a la mar; el agua baña sus pies pequeños, voltea la cabeza y lo ve atento a cada detalle. Él reconoce cuán breve es el espacio en que su viejo no está, pues junto a los demás mártires de Barbados, han crecido en el corazón de los cubanos, clamando por la justicia.

Con motivo del aniversario 34 del crimen de Barbados

1-
Cuando ya se conmemora
otro oscuro aniversario
de aquel hecho sanguinario,
por el crimen Cuba llora.
Y la injusticia traidora
tiembla en sus nidos fascistas,
porque siguiendo las pistas
de la Ruta del Terror,
tranquilos y sin pudor
declaran los terroristas.

2-
Chavez Abarca confiesa
que el autor fue Luis Posada,
viejo amigo y camarada,
quien le habló sobre su empresa.
No falta ninguna pieza;
pero al escarbar sus nidos
pocos les ponen oídos…
y por eso el propio Luis
Posada está muy feliz
en los Estados Unidos.

3-
Ha dicho José Pertierra
que a Posada hay que enjuiciarlo
y que puede condenarlo
cualquier juez en esa tierra.
Mas el imperio se aferra
en salvar lo ya insalvable,
y mientras cuida al culpable
de aquellos tristes sucesos,
hay Cinco cubanos presos
de modo injustificable.

De: Yoerky Sánchez Cuéllar