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Evas al Sur: blog de la mujer cienfueguera

La muerte tiene un nombre: Posada Carriles

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Mientras el presidente de los Estados Unidos, George W. Bush, lanza agravios y cohetes contra naciones a las que acusa de terroristas, en su territorio auspicia y oculta esas actividades donde se preparan acciones contra otros países y gobiernos, así como presiona para los culpables de los crímenes más horrendos sean puestos en libertad.
Avergüenza a su pueblo e irrita a cualquier ciudadano sano de este mundo que, la administración que vocifera y gasta millones de dólares en organismos y organizaciones de inteligencia permita que Luis Clemente Faustino Posada Carriles, uno de los principales y más activos terroristas que hoy habitan este planeta, sea llevado a juicio por el mero hecho de violar las leyes de inmigración de los Estados Unidos.
Involucrado en los atentados al Comandante en Jefe Fidel Castro en 1998, en República Dominicana y en el 2000, en Panamá, con el apoyo directo de la Fundación Nacional Cubano Amaricana(FNCA); allí también fue detenido, acusado y condenado por haber entrado al país con la intención de asesinar al presidente cubano, que asistía a una cumbre iberoamericana. Pero la presidenta Mireya Moscoso, en uno de los últimos actos de su mandato, lo perdonó junto a otros tres terroristas convictos, después de que habían pasado sólo un año en la cárcel de El Recreo en la que fue tratado como turista, un hombre que pudo causar la muerte de miles de jóvenes que se encontraban en el Paraninfo, en un acto de solidaridad con Cuba.
Autor del bárbaro atentado contra el avión de Cubana de Aviación que explotó en Barbados en 1976 y que llevaba a bordo a 73 pasajeros, hecho por el cual fue condenado por un tribunal de Venezuela y llevado a prisión, de la que escapó después con la ayuda de la mafia de Miami y del padre del señor presidente de los Estados Unidos. Se sabe que la CIA sobornó a guardias penales venezolanos para lograr su escape en 1985. Ese fue el año en que George H. W. Bush se hizo jefe de la CIA. Uno de los guardias, ahora jubilado, describió los detalles de la acción ante televisión venezolana.
Posada fue el organizador principal de la campaña de atentados dinamiteros contra centros turísticos en Cuba, hechos que le causaron la muerte al joven italiano Fabio Di Celmo y heridas a otros. Todas estas maniobras han sido reconocidas por él ante las cámaras de la televisión y la prensa plana de los países que lo apañan, y de las que se enorgullece. Pero, también existen evidencias de que este sujeto estaba conectado con el asesinato del presidente John F. Kennedy, y que estuvo en la Plaza Dealey, de Dallas, el día de su asesinato.
El caso de Carriles, a quien las autoridades del gobierno de los Estados Unidos han rehusado extraditar a Venezuela, penetra en el oscuro mundo de las acciones encubiertas de la CIA y de la doble moral de un gobierno que no respeta ni sus propias leyes. Para el 11 de mayo está prevista la vista para conocer siete cargos por delitos migratorios y falsedad de testimonio, por los cuales le pueden fijar al asesino hasta 40 años de prisión.
Sin embargo, algunos expertos aseguran que el gobierno retendrá al terrorista en prisión hasta que este deje de existir y, si llega a noviembre de 2008, Bush le otorgaría el perdón al término de su mandato, en imitación a la dádiva concedida por Bush padre a Orlando Bosh, otro artífice del sabotaje al avión cubano, que alardea de su libertad en Miami junto a muchos otros de su misma fauna.
Por eso el mundo debe levantar su voz y pedir que el terrorista más activo de hoy sea juzgado por sus crímenes de lesa humanidad. Que no tiemble la mano de la justicia ante quien le ha prestado su nombre a la muerte.

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