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Evas al Sur: blog de la mujer cienfueguera

POSADA CARRILES: El comisario Basilio anda suelto

Bush al rescate de Posada CarrilesNo pude menos que sobrecogerme. Un estremecimiento recorrió todo mi cuerpo al escuchar tan horribles testimonios. Mi condición de madre se rebeló ante tanta ignominia.
Sólo una idea me ocupaba en ese preciso momento. ¡Oh, madres del mundo, cuídense del comisario Basilio que anda suelto, por obra y gracia del gobierno de George W. Bush!
Y es que este connotado asesino, de nombre Luis Faustino Clemente Posada Carriles, no tiembla para dar sus órdenes de muerte. Así lo apreciamos en el documental Injerencia, la invasión silenciosa: Posada Carriles, terrorismo Made in USA, del realizador venezolano Ángel Palacios, producido y estrenado recientemente por la cadena Telesur.
En los locales de la policía política (DISIP) de Maracay, Venezuela, desarrollaba sus criminales funciones el comisario Basilio, Posada Carriles, desde finales de la década de los sesenta, por orientación de la Agencia Central de Inteligencia.
Brenda Esquivel, sentía el peso de sus ocho meses de embarazo y había sido detenida y llevada en jeep a una comisaría de la policía para vivir la más cruel de las torturas. Su hermana, apresada también, fue conducida a otra estación, junto a su pequeña de 20 días de nacida.
La primera orden del sicario fue que mataran a las mujeres y los niños. Después, al conocer del embarazo de Brenda no vaciló, ni siquiera le tartamudeó la voz para exclamar con firmeza: "¡Acaba con esa semilla antes de que nazca…!".
Entonces un funcionario se volteó y le dio una patada en el vientre, lo cual le ocasionó la muerte a su hijo. Pero no sólo eso, a su hermana la pretendieron "aflojar" por medio del sufrimiento más atroz: quemaban con cigarros las piernitas de la bebita recién nacida y apuntaban con una pistola sus sienes abiertas a la inocencia.
Inimaginable tamaña monstruosidad, pero para eso entrenó la CIA a Posada, para llevar el luto y el dolor eternos a seres humanos que no pensaran, sintieran o actuaran como él.
En unas semanas en muchas partes del mundo, 37 países, incluido los Estados Unidos, celebrarán el Día de las Madres.
Muchas no podrán gozar el beso de sus hijos porque Posada se los arrancó un día. Otras vivirán la incertidumbre de que su perversa imaginación desencadene el poder de la muerte sobre sus descendientes.
A miles de madres y esposas de jóvenes norteamericanos llevados a una guerra contra el terrorismo al otro extremo del planeta les resultará difícil entender a una administración cuya máxima se traduce en haz lo que yo digo y no lo que yo hago.
Ni siquiera el pueblo estadounidense tendrá seguridad. Las pasiones desatadas en Miami por la liberación de Posada, encuentran el rechazo de ciudadanos del planeta más allá de su filiación política, sólo en un franco ejercicio del sentido común.
"Dios los cría y el Diablo los junta", es lo menos que puedo imaginar al escuchar una declaración de su esposa Nieves González, quien afirmó estar orgullosa de la forma en que la CIA ha preparado a su marido para cometer estos actos. ¿Acaso no es madre esta mujer que se ufana de tales hechos?
El comisario Basilio anda suelto. No habrá más noches tranquilas. El sueño de nuestros hijos lo puebla un fantasma: Posada Carriles.

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