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LA JUSTICIA DE BUSH:Hace un año, se reducía la sentencia de un terrorista gracias al aval de mercenarios

LA JUSTICIA DE BUSH:Hace un año, se reducía la sentencia de un terrorista gracias al aval de mercenarios

 

  Mientras al mantener sus más aberrantes dictámenes en contra de los Cinco, la justicia norteamericana ha vuelto a mostrar el carácter totalmente político de sus decisiones, hace exactamente un año, el mismo sistema judicial regalaba 13 meses al autor de un mortífero ataque terrorista contra Cuba, Santiago Álvarez, protector y cómplice del asesino y torturador Luis Posada Carriles.

  Colaborando una vez más con los cabecillas de la mafia terrorista vinculada a Posada, la prensa de Miami omitía, hizo precisamente un año este viernes 6 de junio, revelar cómo al rebajar de trece meses la sentencia para posesión ilegal de un arsenal de armas impuesta a Álvarez, el juez James Cohn obedecía a una solicitud de los protegidos mercenarios del terrorista en Cuba.

  Después de las espectaculares revelaciones hechas por los medios cubanos hace unos días, nadie ignora ahora lo que se ocultaba entonces:  la reducción de pena otorgada al traficante de armas correspondía a la intervención a su favor, mediante una carta, de unos vendepatrias de La Habana que él mismo financia, con la complicidad de la representación diplomática norteamericana en Cuba.

  Ahora se sabe cómo la "secretaria ejecutiva" y amante del terrorista miamense, Carmen Machado, solicitó a Martha Beatriz Roque "un gran favor", "una carta tuya —firmada por ti— que diga de la relación que hemos tenido…” .

  Se sabe que había ya un entendimiento entre el magistrado y la mafia, fuera del conocimiento de la Fiscalía. "Esta carta sería vista nada más por los abogados nuestros y por el Juez Cohn". Y no faltaba una referencia al pago de los servicios, "la ayuda que les hemos brindado".

  El aval de los asalariados habaneros del propio Santiago Álvarez aportó un importante argumento para reducir las condenas de los terroristas, quienes podrán alcanzar rápidamente la libertad y caminar por las calles de Miami para seguir orquestando sus acciones de terror y muerte contra el pueblo de Cuba.

  Tan rápidamente que Álvarez y Mitat ni se encuentran registrados hoy en el Fichero central del Buró Federal de Prisiones.

  Casualmente, este 8 de junio se cumplen diez años de que un jurado  parcializado declaró culpables a los 5 luchadores antiterroristas cubanos. Y el panel de jueces de la Corte de Apelación de Atlanta encargada del caso tuvo la cruel idea de escoger este momento para confirmar las absurdas decisiones tomadas anteriormente en contra de estos patriotas cubanos.

  Decisión política que corresponde a la actitud inhumana de una administración norteamericana cuyos funcionarios se mostraron tan solícitos en ayudar a Santiago Álvarez  y sin embargo le niega a Olga y Adriana el derecho de visitar a sus esposos y a los demás familiares de los Cinco les demora injustificadamente el otorgamiento de las visas.

  La decisión de Atlanta ocurre horas después de que otro tribunal de apelación, en la Nueva-Orleans, le entregara a Posada Carriles el oxígeno que necesitaba para seguir con su campaña de promoción del terrorismo en la ciudad de Miami.

  De manera evidente, tal como los mercenarios de La Habana cumplieron con la tarea que les dio el régimen Bush al darle su aval a Santiago Álvarez para salvarle de un castigo más que merecido, los jueces de la Nueva Orleans y los de Atlanta siguieron las orientaciones de Washington al darle, con sus decisiones absolutamente políticas, su aval al terrorismo contra Cuba.

 

¿RECORDARÁ SANTIAGO ÁLVAREZ A SUS VÍCTIMAS DE BOCA DE SAMÁ?

 

  Alvarez, cuya carrera de delincuente es sistemáticamente ignorada por la prensa mafiosa de Miami que le pega la honorable etiqueta de "benefactor" de Posada, es un criminal de larga trayectoria que durante décadas se dedicó a sembrar el terror.

  Ha sido miembro de grupos terroristas tales como Comandos L y Alpha 66, y participó en el ataque al buque soviético Bakú; en agresiones contra poblados cercanos a Cienfuegos y Trinidad, y en un salvaje ataque en Boca de Samá, cercano a la playa de Guardalavaca, el 12 de octubre de 1971, que dejó dos muertos.

  Aquel día, sobre las 10 de la noche, catorce terroristas navegando en dos lanchas piratas de Alpha 66 comandadas por Álvarez, atacaron a este pequeño pueblo de pescadores, perteneciente al municipio de Banes. Con los pocos medios de que disponían, los vecinos del lugar rechazaron a los mercenarios que al huir en sus embarcaciones, abandonando la bandera de Alpha 66, siguieron ametrallando a las casas.

  El salvaje asalto dejó un saldo de dos fallecidos, los combatientes del MININT Lidio Rivaflecha Galano y Ramón Siam Portelles, y cuatro heridos graves, Carlos Escalante Gómez, entonces jefe de la Unidad de Tropas Guardafronteras de la zona, el obrero agrícola Jesús Igarza Osorio y las hermanas Aracelis y Nancy Pavón, con 13 y 15 años de edad, respectivamente. A la joven Nancy, luego de múltiples operaciones, los cirujanos tuvieron que amputarle un pie.

 

DESIGNADO PARA PARTICIPAR EN EL MAGNICIDIO DE PANAMA

 

  El 17 de noviembre del 2000, después de que el Presidente Fidel Castro denunciara públicamente en Panamá el complot para atentar contra su vida, las autoridades cubanas entregaron a las panameñas un documento de información acerca de los conspiradores implicados, en el cual aparecía el nombre de Santiago Álvarez Fernández-Magriñá como uno de los participantes.

  Por orientación de la Fundación Nacional Cubano Americana que patrocinaba el intento de asesinato, Álvarez era uno de los que debían acompañar a Luís Posada Carriles y a los otros tres terroristas de Miami en la ejecución del atentado. Los terroristas intentaron volar el Paraninfo universitario de la capital donde iba a hablar el   Presidente cubano, durante la celebración de la X Cumbre Iberoamericana en Panamá.

  Aunque la justicia de Bush finge ignorarlo y el FBI de Miami destruyó el dossier, está comprobado que los dirigentes del Comité paramilitar de la FNCA y socios de Santiago Álvarez, "Pepe" Hernández y Alberto Hernández Sarduy viajaron a El Salvador para convenir con Posada de cada detalle del magnicidio.

  Si finalmente no participó en el intento, Álvarez estuvo directamente vinculado con la preparación de la frustrada acción, desde territorio norteamericano.

  Álvarez visitó repetidamente a Posada en su cárcel de Panamá hasta que Interpol se interesó en sus viajes.

  Padrino de la campaña que recogió dinero en Miami para comprar el indulto con las autoridades panameñas del corrupto Gobierno de Mireya Moscoso, envió los dos aviones ejecutivos al aeropuerto de Tucumén, en la madrugada del 26 de agosto de 2004, que se llevaron a Posada, Gaspar Jiménez Escobedo, Guillermo Novo Sampoll y Pedro Remón. El miércoles 20 de abril del 2005, en un programa del Canal 41de Miami, Álvarez, a quien la prensa mafiosa describía como el "Benefactor" del asesino Posada, confirmaba públicamente que Posada estaba radicado en Miami.

  Mientras Abreu prestó su nombre a fines del registro, Álvarez es el dueño real de la nave camaronera Santrina. Contratista y dueño de una compañía de construcción en Miami, Álvarez fue retratado en Isla Mujeres, por la prensa local al lado del capitán de la embarcación, el agente de la CIA José Pujol, mientras Posada era observado caminando en el vecindario. Luego viajó a EE.UU. con los demás cómplices de la operación.

  Es elocuente el hecho de  que el Santrina nunca fue ocupado y vendido en subasta por los servicios de inmigración como lo exige la ley en el caso de una entrada ilegal al territorio.

 

COMPRÓ EN COCONUT GROVE LAS "AK" QUE SE LLEVÓ SURIS

 

  Este mismo Álvarez ha sido también  identificado como el organizador de una infiltración terrorista ocurrida el 26 de abril del 2001 y que llevó a la captura en Cuba de los miamenses Hihosvanni Suris de la Torre, Máximo Pradera Baldes, y Santiago Padrón Quintero.

  Los tres terroristas desembarcaron armados con fusiles de asalto AK-47, un fusil M-3 con silenciador y tres pistolas semiautomáticas Makarov, comprados en Miami por el propio Álvarez, acompañado por Suris, el 19 de mayo del 2001, en la tienda   Miami Police Supply del Coconut Grove Convention Center ubicado a 2700 South, Bay Shore Drive en Miami.

  Álvarez recomendó a Suris, en una conversación grabada, hacer estallar el cabaret Tropicana con 'dos laticas' de explosivos.

  Hace unos meses, Gilberto Abascal, el principal testigo de la fiscalía en el caso de Santiago Álvarez y Osvaldo Mitat, fue baleado por desconocidos en una carretera al noroeste de Miami-Dade.

  Mientras Álvarez se ríe de la justicia, con el apoyo de Bush y de su familia mafiosa, cinco valientes cubanos que arriesgaron sus vidas penetrando este nido de víboras, siguen secuestrados en cinco cárceles estadounidenses, conocidas por sus regímenes infernales, dos de ellos sin poder recibir visitas de sus esposas, en violación de todas las normas internacionales.(Jean-Guy Allard)

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