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Evas al Sur: blog de la mujer cienfueguera

Gotas que conjuran maleficios

Gotas que conjuran maleficios

  "Por favor, mamá, entre y siéntese. ¿Cómo está el niño, bien? ¡Qué bueno, así podré darle la vacuna, porque la antipolio no se puede administrar a los niños que presenten fiebre elevada, vómitos o diarreas!", le dijo la enfermera Kety Moscoso Manzano, a la recién llegada al consultorio de El Sopapo, perteneciente al área de Salud de San Blas, lugar del Escambray cienfueguero. Una treintena de infantes recibieron allí las dos gotas que los inmunizaba contra la Poliomielitis.  
  Al momento de nuestra llegada el 98 por ciento de los niños menores de tres años habían recibido la dosis a las que se sumaba una indicación necesaria.  “No le habrás dado agua. ¡Fíjate, que 30 minutos antes y después de la vacunación no debe ingerirse ese líquido!”, le aseveraba.  
  Escenas similares a las encontradas en  El Sopapo, se sucedieron en todas las áreas del macizo de Guamuhaya. Bien distante de sufrimientos pasados, la infancia cienfueguera y, por supuesto como parte de ella, la que habita en los territorios montañosos, sonríe sana y feliz.   
  Otra vez, como cada año un enjambre de batas blancas, brigadistas sanitarias, federadas y cederistas andaron y desandaron loma arriba, loma abajo por los diversos e intrincados asentamientos del Escambray y del resto de la provincia, cuando se iniciaba el pasado 24 de febrero y hasta el 2 de marzo la 45 Campaña Nacional de Vacunación Antipolio como vía de continuar protegiendo a la niñez de una enfermedad altamente infecciosa causada por un virus que invade el sistema nervioso y puede provocar atrofia de las extremidades y parálisis.   
  En su primera etapa recibieron la vacuna oral (dos gotas), los infantes desde un mes de nacido hasta dos años, 11 meses y 29 días. Luego, del 7 al 13 de abril, se les administrará una segunda dosis a los menores de 3 años anteriormente inoculados, y se reactivarán con una, a los de 9 años de edad (desde los 9 años, hasta 9 años 11 meses y 29 días).  
  Desde el año 1962 Cuba erradicó la Poliomielitis y se convirtió en el único país del hemisferio occidental libre de ese mal, gracias a su efectivo sistema de vacunación.

ANTECEDENTES DE LA VACUNACIÓN
 
  En Agosto de 1960 por Ley del Gobierno Revolucionario se designa al Ministerio de Salud Pública como organismo rector de la salud en el país. En ese mismo año se crea el Servicio Médico Social Rural, el cual posibilitó ubicar a médicos y enfermeras en los sitios más intrincados para brindar atención médica a la población.
  Durante el transcurso del primer Forum Nacional de Higiene y Epidemiología celebrado en Ciudad Habana en 1962, se decidió implantar el Programa Nacional de Inmunización. La estrategia general del mismo desde sus inicios hasta los momentos actuales está sustentada en cuatro principios básicos: las actividades de vacunación están dirigidas a toda la población cubana, integrado a la Atención Primaria de Salud, con activa participación comunitaria, y totalmente gratuito.
  En Febrero de 1962 se ejecutó la primera Campaña Nacional de Vacunación Antipolio en la población menor de 15 años, en dos etapas de una semana de duración cada una durante los meses de febrero y abril. Esta estrategia de vacunación en semanas nacionales, exclusivamente, se ha mantenido durante 45 años, la cual ha sido aplicada en otros países.
  Este programa de vacunación en Cuba erradicó, además de la Poliomielitis, otras patologías como difteria, rubéola, sarampión y la tosferina. Por tal concepto también se eliminaron: el tétanos neonatal, síndrome de rubéola congénita y la meningoencefalitis postparoditis. También dejaron de ser un problema enfermedades como el tétanos en otras edades, y el Haemofilus Influenzae tipo B.

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